CONCEPTUALIZACION EDAD MEDIA
LA EDAD MEDIA
Seguro que al escuchar la
palabra “medieval” te viene a la mente una época oscura, donde reinaba la violencia y la censura. Bien, puede que de la Edad Media tengamos menos
documentación y eso lo haga un poco “oscura”, pero es en ella donde se gestaron las bases
de la sociedad actual. Aquí te dejamos con los acontecimientos que marcaron
esta época fundamental.
Caída del Imperio Romano de Occidente 476 d.C.
Esta es la
fecha donde se suele colocar el inicio de la Edad Media. El 4 de
septiembre del 476 Odoacro, un jefe germánico, destituyó a Rómulo Augústulo, último emperador de Roma.
Se culminaba así todo un proceso de varios siglos en los que el Imperio ya
había entrado en decadencia. ¿Cuáles fueron las causas? A partir del s. III las
provincias del Imperio restaron poder
a la propia Roma, puesto que las diferentes
legiones repartidas por el Imperio intentaban aupar a sus generales al trono
imperial, lo que provocó un clima de gran inestabilidad política. A ello hay
que sumar las sucesivas intrusiones de los pueblos bárbaros dentro del imperio, el auge del cristianismo… sin contar
con las repercusiones que todo ello provocaba en la economía. El emperador Diocleciano, para acabar
de arreglarlo, dividió el Imperio en dos, Oriente y Occidente. Cada parte
estaba gobernada por dos Césares (poderes militares) y dos Augustos (poder
político), esto se conoció como “Tetrarquía“.
Fue la mitad occidental la que cayó en el año 476, pero oriente, lo que se
conoció como Bizancio, sobrevivió a
las invasiones y asentó la nueva capital del Imperio en Constantinopla.
Surgimiento del Feudalismo
Uno de los sistemas más característicos de la Edad Media es el feudalismo. Su origen está en los “contratos” que realizaban los emperadores con señores y gobernadores de los diferentes territorios del Imperio, pues dada su vastedad era difícil de controlar. Estos a su vez “contrataban” a otros, por ejemplo, a caballeros. Este tipo de relaciones se conocían como vasallaje, es decir, un “contrato” entre hombres libres y que comprometía a ambos: el señor otorgaba al vasallo feudos, honores y cargos, mientras que el vasallo debía a su señor lo que se conocía como auxilium (apoyo militar) y consilium (apoyo y consejo político). El vasallaje no se establecía con una firma como cualquier contrato actual, sino que comportaba toda una ceremonia en la que el vasallo homenajeaba a su señor y el señor lo investía de honores, le nombraba caballero. Un vasallo de un señor podía tener otros tantos vasallos propios (por ejemplo: un caballero era vasallo de un noble y el noble vasallo del rey). Por otro lado estaban las relaciones feudales, del feudo, que se establecían entre el señor del feudo y los siervos que en él habitaban y trabajaban. Eran relaciones desiguales, pero ambos tenían compromisos: el siervo trabajaba para el señor y el señor se comprometía adefenderlo.
Mientras el Imperio se caía a pedazos,
unos pocos hombres decidieron alejarse de la violencia de la Edad Media y recogerse en lugares apartados. El monacato no es propio del cristianismo, puesto que se ha manifestado en
otras culturas. Sin embargo, los monjes de la Edad Media, tomando el ejemplo de San Benito, tuvieron una
muy importante función para sostener y preservar los restos culturales del Imperio Romano desaparecido. Su lema era Ora et Labora (reza y trabaja), y a esto se dedicaban los monjes todo el día.
En los monasterios europeos se
transcribieron y copiaron obras muy importantes de la actualidad. Estos lugares
no solo fueron centros de oración, sino también centros de cultura, germen de lo
que serían las universidades modernas. Sin
la labor sacrificada de estos hombres no hubiéramos conocido
obras como las de Aristóteles, Cicerón, Platón, Virgilio, Ovidio, Horacio…
4- El Islam y la Reconquista (s.
VII en adelante)
El Islam nació en el año 622 después de Cristo en
Arabia y se extendió rápidamente por todo el norte de África. Siguió avanzando invadiendo la Península
Ibérica y llegando
hasta Francia aprovechando la
debilidad de los pequeños reinos cristianos, muy divididos en aquella época. El
historiador Henri Pirenne sitúa el comienzo de la Edad Media en la aparición y extensión del Islam, puesto que
cree que los bárbaros asumieron las
estructuras del Imperio Romano y acabaron
romanizándose, mientras
que los musulmanes sí que destruyeron las estructuras Imperiales por donde pasaron e
impusieron una ley diferente a la Lex Romana. Durante su expansión, sobre
todo por la zona continental, encontraron dos grandes frenos: Poitiers y Covadonga. La batalla de Poitiers se libró en Francia en octubre del 732, en ella destacó Carlos Martel, quien alcanzaría
gran fama por ello. Sin embargo, años antes un rey Hispano, Pelayo, ya había
detenido la expansión musulmana en el norte de la Península Ibérica en la famosa batalla de Covadonga, en el reino de Asturias. Algunos
historiadores afirman que nunca existió, pero más allá de la propia realidad
objetiva, el significado de Covadonga tendrá gran importancia para el desarrollo de la Reconquista.
Carlomagno 800 d. C.
La fama alcanzada por Carlos Martel ayudará a su hijo, Pipino el Breve, a convertirse en rey de los francos. Pero el que
de verdad destacó fue su nieto, Carlomagno, quien impulsó una serie de reformas
de gran importancia para Europa. Expandió su área de influencia por gran parte de Europa
Occidental y junto a la
Iglesia llevó a cabo lo que
se conocería como Renacimiento Carolingio. La recuperación de la
cultura clásica en los monasterios que se fueron fundando fue fundamental,
además de la Escuela de Aquisgrán dirigida por Alcuino de York. También
destacan las reformas políticas y
administrativas, realmente novedosas para la época. La relación con
la Iglesia fue vital, puesto que ésta dominaba el ámbito cultural de aquel
entonces, por ello mientras los monjes proporcionaban
cultura, Carlomagno proporcionaba a
la Iglesia protección. Comenzó entonces una lucha secular por la
influencia sobre Europa entre los papas
y los emperadores.
6- Cisma de Oriente 1054
Lo que mantuvo
la esencia de Roma durante siglos
después de su caída fue el cristianismo, representado
en la Iglesia, cuyo primado ostentaba el papa en Roma. El cristianismo, al asumir la tradición clásica greco-latina, constituyó lo
que conocemos como ecúmene europeo, es decir, esa unidad cultural que conforma Europa más allá del
sentido territorial. Sin embargo, durante el tiempo esta unidad se fue fragmentando, muchas veces a raíz de la propia división de la Iglesia. La primera de
estas divisiones tuvo lugar en 1054, cuando el patriarca de Constantinopla y el papa de Roma se excomulgaron
mutuamente por causas tanto políticas como teológicas. Nació de este modo la Iglesia
Ortodoxa, quien posee muy pocas diferencias con la Iglesia
Católica.
7- Reforma Gregoriana 1073-1085
En plena Edad Media, la Iglesia de
Occidente cumplía mil años de
existencia y volviendo la vista atrás algunos papas
como León IX y Gregorio VII se dieron cuenta que en muchos ámbitos
eclesiales se había abandonado el
fin sobrenatural de la Iglesia y se habían entregado a
los bienes temporales. Algunos de los principales males fueron: la simonía (compra-venta de oficios y teirras de la Iglesia), el nicolaísmo (clérigos que no
guardaban su voto de celibato) y la investidura laica (los señores
feudales y reyes nombraban clérigos y obispos sin permiso de Roma). Por todo
ello y mucho más, se planteó una amplia reforma que quería volver a la vida evangélica original, se
reguló la elección del papa y los clérigos para separar el poder eclesiástico del
civil, se llevó a cabo la unidad litúrgica (rito romano,
canto gregoriano), se reformó la vida monástica (que también se había corrompido), también la formación de
los clérigos jugaba un papel
esencial. Además se reafirmó el poder espiritual del papa sobre
toda la cristiandad y, como el poder espiritual estaba por encima del temporal,
el papa se situaba por encima de reyes y del emperador mismo. Esto no gustó al emperador
de la época (Enrique IV) iniciándose así la
conocida como querella de las investiduras, por ver quien
controlaba el clero: el emperador y algunos
monarcas pretendían nombrar y
controlar a sus propios obispos y abades, algo a lo que se oponía Roma.
Primeras Universidades
Los frutos de
la Reforma
Gregoriana fueron de gran
importancia para Europa, marcando un antes y un después en lo que
conocemos como Edad Media. La mayor independencia del clero dio como resultado las reformas de Cluny y del Císter y la aparición de las órdenes
mendicantes como
franciscanos o dominicos, además de permitir
un gran intercambio cultural en toda la Cristiandad propiciado por
la libertad e independencia jurídica del clero. Muchas
escuelas monásticas y catedralicias van a convertirse en las primeras universidades de Europa como lo fueron la de Palencia (España) o la de París. En ellas se desarrolló la escolástica (relación entre fe y
razón para comprender el Evangelio), se recuperó el Derecho Romano, la obra de Aristóteles y se inició la experimentación
científica. Fueron en estos focos de cultura donde nació el pensamiento
occidental, donde nació Europa.
Guerra de los Cien años 1337-1453
¿Recordáis lo
que eran los vasallajes que hemos visto
más arriba? Pues bien, el origen de esta larga
contienda tiene que ver con aquello. El duque de Normandía (en el norte de Francia) era vasallo
del rey francés. Uno de los que fueron duques de aquel lugar, Gillermo el
Conquistador, se alzó como rey de Inglaterra gracias a la
victoria en la batalla de Hastings (1066). De este
modo, los reyes de Inglaterra (casa de
Normandía) eran vasallos del rey de Francia. Además en el s XII
la casa de Normadía fue reemplazada
por los Plantagenet (duques de
Anjou), uno de ellos, Enrique II, se casó con Leonor de
Aquitania y aumentó sus tierras en Francia. El rey francés se veía rodeado por las tierras de
un vasallo que además era rey como él, ya podéis imaginar que
la situación no le haría mucha gracia. Además hacia el 1328 la dinastía de los Capeto, la de los
reyes franceses, se extinguió (algunos dicen que a causa de la maldición de los Templarios) y hubo un
problema sucesorio en Francia. Eduardo III de Inglaterra, sobrino de Felipe IV de
Francia (uno de los
últimos Capeto), reclamó el trono francés. Los franceses, sin embargo,
invocando la Ley Sálica, nombraron heredero a Felipe de
Valois. Nombrado rey, los vasallos debían acudir a rendir homenaje a su señor y pagar tributo, entre ellos se encontraba Eduardo III de
Inglaterra, quien se negó en rotundo. Se inició así la guerra entre la dinastía de los Valois y la de los Plantagenet. A los primeros les apoyarán Escocia,
Castilla, Aragón, Navarra, Génova y Bohemia, mientras que a los reyes ingleses
les apoyarán el ducado de Normandía, Borgoña, Portugal y el condado de Flandes.
La guerra duraría en total 116 años, atravesando de este modo gran parte
de la Edad Media. La victoria sería de los Valois, gracias a lo
cual ambas coronas permanecerán separadas. Poco después, en 1455, en Inglaterra dos facciones emparentadas con la casa de Plantagenet se enfrentaron por el trono: la dinastía de los York y la de los Lancaster. A esta contienda se la conocerá como la Guerra de las
Dos Rosas, en ella se basan algunas series famosas como Juego de Tronos.
Cisma de Occidente 1378-1417
Después de que los papas pasaron unos
años en Aviñón (Francia) debido a las presiones de Francia y la
inestabilidad en la ciudad de Roma, en 1378 se
convocó un cónclave para elegir un nuevo papa. El lugar de
la elección será la Basílica de San Pedro, donde los
cardenales fueron recluidos por el pueblo y agredidos para que eligieran un
papa italiano y que permaneciera en Roma. A pesar de la
situación y de la huida de muchos cardenales, se eligió a Urbano VI. Sin embargo, ante tanta
confusión muchos cardenales no estaban de acuerdo y muchos comenzaron a
oponerse al nuevo Pontífice. El rey de
Francia, Felipe IV, apoyó a los
cardenales contrarios a Urbano y éstos convocaron un cónclave eligiendo como
papa a Clemente VII. Los dos papas
se excomulgaron mutuamente a ellos y a quienes les apoyasen y, curiosamente,
toda la cristiandad quedo excomulgada. El lío entonces fue
descomunal, comenzaron a haber duplicidades en muchos territorios, encontrando
dos obispos en una misma diócesis, uno de Urbano y otro de
Clemente, o dos párrocos en una misma parroquia. Ambos papas murieron y fueron
sustituidos por otros dos Bonifacio IX (por Urbano) y Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna (por Clemente). Para acabar de arreglarlo en 1409 se convocó un concilio en Pisa que llamó a ambos papas
para que renunciaran y elegir uno definitivo. Los dos pontífices no se
presentaron, pero este concilio si que eligió a otro papa, Juan XXIII, quien excomulgó a los otros
dos. Ya tenemos tres papas en Europa… La solución
final vino de manos del Emperador, quien convocó un concilio en Constanza y obligó a dos de los tres papas a renunciar. El cisma estaba prácticamente resueto, el único que se negó a renunciar fue Benedicto XIII, quien se
mantuvo firme en el antiguo castillo templario de Peñíscola (Castellón, España) hasta su muerte en 1423 a los 96 años de edad. De su historia
proviene el dicho “mantenerse en sus trece”, con el
sentido de obstinarse en algo y no renunciar a ello.
Toma de Constantinopla 1453
El 5 de abril de 1453, todo el ejército
turco se concentró ante Constantinopla. Mehmet II ofreció un pacto a la ciudad según el cual si
aceptaban la rendición voluntaria,
la ciudad no sufriría daño alguno. Pero el emperador bizantino se negaba a rendir la antigua capital del Imperio Romano de
oriente. Gracias a la conquista el Imperio Turco consiguió gran poder, Mehmet II llegó a compararse con el mismísimo Alejandro Magno. El resultado fue la toma musulmana de la ciudad, algo que
conmocionó a occidente, las rutas de
comercio con oriente no serían seguras para
los mercaderes cristianos a partir de entonces. Por esto último, Portugal y España comenzaron a buscar alternativas: Vasco de Gama culminaría la circunnavegación
de África comenzada por Portugal, mientras que los Reyes Católicos financiaron a un extraño hombre que
quería llegar a las Indias por el oeste. La toma de Constantinopla (actual Estambul) es
considerada como una de las puertas por las que abandonamos la Edad Media y nos
adentramos en la Edad Moderna. Otra de las
puertas es el descubrimiento de América…
Muy interesante la temática jeje, saludos.
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